Los dedos en garra es una de las dolencias que atendemos en nuestra clínica podológica en Arzúa. Aunque el nombre ya describe bastante el problema, le vamos a contar qué son los dedos garra y cuál es el tratamiento.
Qué es un dedo garra
Sencillamente, los dedos en garra son los que forman una especie de... garra. Es complicado buscar una definición más sencilla. Se da en los pacientes que tienen afectadas dos articulaciones muy concretas de los dedos del pie: la metarsofalángica y la interfalángica proximal y distal. Una de ellas -la primera- sufre hiperextensión, mientras que la segunda está flexionada. Y así es como los dedos adquieren esta forma tan particular.
Sabemos que la explicación más técnica puede ser compleja de entender, pero le aseguramos que un dedo en garra es bastante reconocible y deja lugar a pocas dudas. Si cree que lo tiene y, sobre todo, si no le permite andar bien, consulte cuanto antes con nuestros podólogos para solucionar el problema.
Dedos flexibles o rígidos
Si nos pide una cita previa y confía en nuestra experiencia para tratar los dedos garra, en Kercus miraremos en primer lugar si estamos ante unos dedos flexibles (que nos permiten trabajar con extensión y flexión sin problemas), o la deformidad es rígida y no deja extender el dedo en cuestión.
¿Cuándo aparecen los dedos en garra?
Los dedos garra son una dolencia casi exclusiva de la edad adulta y la tercera edad. La explicación es sencilla: la deformidad aparece con el tiempo fruto del desgaste al que están sometidos los pies, a todos los tipos de calzados que utilizamos a lo largo de nuestra vida, al abuso del tacón o el mero hecho de que los pies son los encargados de sostener nuestro peso casi de forma permanente.
Los dedos en garra pueden pasar desapercibidos, o bien causar algunas molestias que justifican todavía más pedir ayuda a una clínica podológica especializada. Lo más habitual es sufrir: callosidades, dolores, irritación en los dedos afectados e inflamación de las articulaciones.
¿Cómo tratar los dedos garra?
Los dedos en garra al principio suelen ser inofensivos porque no impiden (o no deberían impedir hacer vida normal), adquieren esa forma pero no causan muchos más problemas. La cuestión principal es que sería recomendable tenerlos controlados, ya que los dedos que hoy son flexibles pueden ir evolucionando hacia garras rígidas, dificultando el tratamiento.
Respecto al propio tratamiento, en los casos más severos hay que pasar por el quirófano, pero antes de llegar a ese punto se pueden hacer bastante cosas. Lo primero que le recomendamos es un estudio de la pisada y cambiar algunos hábitos como el tacón o el calzado de punta estrecha. Nuestros podólogos en Arzúa también trabajarán con una serie de estiramientos e incluso le propondrán usar una especie de almohadilla de silicona que se llaman ratoncitos subdigitales para ir corrigiendo la posición.
En cualquier caso, el diagnóstico y el tratamientos de los dedos garra tiene que ser siempre personalizado. Pida una cita previa en Clínica Kercus, analizaremos el suyo e iniciaremos el mejor tratamiento.