Rozaduras, tendinitis, ampollas... Son consecuencias lógicas de las largas caminatas del Camino de Santiago. Lo que muchos peregrinos no saben es que este tipo de contratiempos se pueden evitar (algunos) o mitigar con un cuidado adecuado de esta parte del cuerpo tan importante para la aventura en cuestión. Al inicio del camino y antes de cada travesía, desde Clínica Kercus le aconsejamos que prepare sus pies para comenzar el Camino de Santiago.
¿Qué calzado hace falta para el Camino de Santiago?
Para realizar tus etapas del Camino de Santiago con éxito debe cuidar muy bien los pies porque, como seguro que ya sabe, son los pilares para llegar a la meta. No hacerlo en condiciones puede suponer tener que abandonar antes de tiempo. Respecto al calzado, no hay una norma escrita: todo depende de la época del año y el tipo de terreno por el que se ande. Pueden valer desde unas sandalias de montaña hasta unas zapatillas de trekking. El mandamiento más importante en este sentido está claro: el calzado no se puede estrenar al comenzar el camino. Lo nuevo está prohibido para los pies.
¡Ojo! Que tampoco puede ser un calzado excesivamente gastado. En el punto medio está la virtud.
Reduce la aparición de ampollas
Una de las grandes obsesiones de los caminantes, y que también se puede trabajar preparando sus pies para el Camino de Santiago, son las ampollas. Culpables de tener que volver a casa antes de tiempo para muchos aventureros, su aparición es más o menos evitable no solo llevando calzado estrenado, también entrenando dos-tres meses antes del comienzo de la primera etapa.
Otros buenos consejos de peregrinos ya curtidos pasan por aplicar una buena capa de vaselina en los pies antes de comenzar cada etapa y apostar por los calcetines sin costuras.
Visite a un podólogo antes del Camino
En nuestra clínica en Arzúa vemos muchos peregrinos a lo largo del año. Motivo suficiente para que le aconsejemos visitar a su podólogo antes de comenzar el Camino de Santiago para que pueda detectar con antelación posibles problemas que podrían derivar en lesiones de importancia. Es otro de los mejores consejos que le podemos dar en cuanto a prevención.
Y cuando ya esté por Galicia, ¡venga a vernos! Una vez que ha puesto el punto y final a su camino, la visita al podólogo también se hace más que necesaria. Le podemos drenar las ampollas (si finalmente no ha podido evitarlas), desinfectarlas y tratarlas. Además, le dará a sus pies el descanso que se merecen, tratando también posibles lesiones tendinosas, rozaduras, lesiones en la piel o calambres. Le aseguramos que será el mejor punto y final a una aventura que no olvidará nunca.
Nos encontrará en Arzúa, en unas instalaciones en la que, además de tratamiento podológicos, los peregrinos también pueden disfrutar de nuestro servicio de fisioterapia. Llámenos y le daremos el servicio más completo.